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En tablas

 

Por: Omar Villarraga

 

El parque Murillo Toro de la ciudad de Ibagué es un espacio abierto que comprende una variedad de dinámicas sociales amplias, allí comparten todo tipo de individuos, desde el pequeño que da sus primeros pasos, hasta los ancianos que se apropian del lugar para recordar aquellos pasos que se difuminan de las mentes con cada ocaso. Es un lugar atractivo para propios y turistas, empotrado en el centro de la ciudad.

En el día la poca vegetación hace que el sol caliente los bloques y sea imposible sentarse, pero en las noches es un lugar que sorprende por la seguridad y la belleza de encontrar tranquilidad en uno de los sitios más concurridos en la ciudad.

El parque consta de cuatro niveles los cuales se separan entre sí por tres secciones de escaleras. Su ambiente es abierto y, desde lo que se puede ver, una apuesta por hacer convivir la modernidad de esta época con lo cultural y tradicional reflejado en las esculturas y estatuas que adornan el parque y sus alrededores. En la parte más baja ubicada junto a la carrera Cuarta se posicionan los skaters. Quienes en su práctica deportiva diaria llevan sus tablas a esta zona y como los propios orígenes históricos de la disciplina deportiva se toman de cierto modo los espacios públicos, los cuales por su diseño arquitectónico se convierten en pistas de práctica con diversos niveles de dificultad.

 

En mi recorrido por este espacio tuve la oportunidad de platicar con algunos practicantes del Skate-Boarding, personas muy amables, dispuestas a compartir su tiempo para hablar de su pasión, con la única intención de disfrutar de la ciudad a su manera y muy amables con los demás. Me refiero a la amabilidad como la posibilidad de respetarnos los unos a los otros sin juzgar desde el desconocimiento de las prácticas del prójimo, no se interesan por las actividades que realizan los demás ciudadanos, reflejando en su actitud ante los demás la necesidad de que haya reciprocidad en el trato hacia ellos.

 

Por turnos, realizan sesiones de práctica, se ayudan entre ellos. Creo yo, que se identifican como un colectivo y para ser reconocidos primero hay que reconocerse a sí mismo, camino que transitan con éxito porque se nota la unión. Los más experimentados guían los procesos de los pequeños que apenas empiezan y a los cuales admiro por tener el valor de practicar un deporte con estas características desde temprana edad. Pero no todo es color rosa. Esta práctica también trae consigo “efectos negativos”, la relación con las autoridades es tensa, la persecución es constante y los tratos por parte de la fuerza pública encargada de cuidar a los civiles a veces es poco respetuosa.

 

Un miércoles en la tarde a eso de las 4:00, unos jóvenes sentados sobre sus tablas cambiaban los cordones de sus tenis, una chica bastante linda de tez morena entablaba una conversación con un compañero, de repente llego la policía y les exigió que se retiraran del lugar. Los skaters se pusieron de pie y ella no podía cambiar de su cara el gesto de inconformidad con la petición, observó a uno de los policías y les dijo “son capaces de corretear a cualquiera que tenga una tabla y unos jeans desgastados, pero cuando tienen que actuar de verdad ahí si no son capaces”. El policía no tuvo argumentos en ese instante para contestar a las expresiones de la joven, y ella con una seriedad que me impresiono, salió rodando del parque sin ninguna vergüenza de la actividad que realiza pero en su rostro la ira era visible.

 

Tras este hecho, escuche el murmullo de dos señoras las cuales se cuestionaban y no entendían porque el policía le había pedido a los jóvenes que abandonaran el lugar, de esa conversación, que escuche sin ser invitado, salió una pregunta que también me hago yo, ¿Qué de malo hay en lo que están haciendo?. Es pan de cada día en este sector los encuentros entre las autoridades y los deportistas.

 

La situación ha llevado a que los skaters se organizen y como colectivo logren avances importantes en la infraestructura deportiva de la ciudad, al menos hoy cuentan con un parque exclusivo para el entrenamiento, pero estoy seguro de que para la cantidad de deportistas es precario, o si no imagínense una ciudad con una sola cancha de fútbol para todos… Difícil, ¿verdad?

 

Entretenidas son las tardes y noches en este lugar del parque murillo, llenos de historias de cientos de personas que transitan día a día por este sector, les pido un minuto de su tiempo cuando pasen por los parques o los senderos y despréndanse de todo lo que piensan, deténgase, siéntese y disfrute de conocer esta maravillosa ciudad.

 

Fotografia: La Korte Skate Boarding. Colectivo Deportivo-Cultural

 

 

 

 

 

Grupo de skaters -
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