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"Esto no es solo recibir plata y estar ahí..."

Por: Francisco Martinez Hernández

 

-“Este es un trabajo fuerte, algunas personas piensan que esto solo es estar ahí y recibir plata pero no, esto es duro, levantarse temprano, tener en mantenimiento la buseta y cumplir con los controles y horarios donde a veces no se puede ni almorzar, sale uno de la casa temprano y llega bien tarde”. Juan José Vargas es conductor de transporte público en Ibagué y lleva más de 25 años trabajando en esta labor. En la actualidad trabaja en Expreso Ibagué, una de las empresas de trasporte de la ciudad ubicada en la Calle 42 No 2-28 Casa Club.

 

Juan José se despierta a las 4 de la mañana para alistarse y salir a las 5 de la mañana a recoger la buseta en el parqueadero. - “A mi me toca despertarme bien temprano porque yo vivo en la 25 con Quinta y me toca bajar hasta el parqueadero de El Salado o al de Picaleña dependiendo de la ruta que me toque”. Todos los días asignan diferentes rutas a los conductores, la 1, 2, 5, 8, 11 son las que más frecuenta -“la ruta 11 es buena en las horas pico porque la que mantiene viva esa línea, son los estudiantes de la Universidad del Tolima, los de la COR y los del SENA.”

 

José ha trabajado por varios años en la empresa y ya se conoce todas las dinámicas que surgen en todos los trayectos. -“La ruta 5 es una de las más cortas y uno se demora por ahí una hora, ese día uno se relaja un poco. Las rutas 2 y 8 son también muy buenas porque en las horas pico uno se hace la plática. En cambio la ruta 15 es buena entre semana pero los fines de semana eso es muerto”.

 

Juan José vive con su familia en el centro de la ciudad, allí comparte sus mejores momentos al lado de su esposa y sus dos hijos, uno de 9 años y el mayor de 19. Juan José tiene descanso de su trabajo un domingo al mes y 3 días de pico y placa, durante esos días trata de aprovechar al máximo su tiempo con sus hijos, sale al parque en las tardes, van a comer, o buscan un sitio donde puedan estar en piscina.  -“Para mi es importante estar con mis hijos en los días libres porque a uno entre semana no le queda tiempo, a demás uno llega cansado a la casa de trabajar.”

 

Cuando José esta trabajando siempre trata de ser amable con las personas por que como él dice -“si uno trata a la gente a las patadas, a los putasos pues de esa misma forma lo van a tratar a uno, porque a nadie le gusta que sean groseros con uno, o por ejemplo si uno va a toda y frenando cada rato en seco y gritándole a la gente pues así mismo ellos le responden a uno”. A pesar de que se preocupa por prestar un buen servicio y ser buena gente con las personas del bus, también hay momentos donde le sacan la ira y responde fuerte. -“Por ejemplo hay gente que se sube temprano a la buseta y llega con un billete de 50 mil a pagar y se ponen bravos con uno porque no hay devueltas, como si uno fuera un banco, y tras de todo le hablan mal a uno, ahí es donde uno tiene que pararse duro porque si no lo cogen de pinta”. Para Juan José es mejor que las personas antes de subirse a la buseta avisen y le comenten, que tienen un billete de alto valor para así de esta forma hacerles el favor, dejándolos subir a la buseta y esperar a que lleguen otros pasajeros con más plata para poder darle el cambio y dejar contento a los pasajeros con el servicio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Juan José dice estar contento con su trabajo, con él obtiene su sueldo mensual para poder suplir sus necesidades y las de su familia. Aunque está conforme con las oportunidades de trabajo que le da la empresa, también cree que algunas cosas deberían cambiar y que los jefes se concienticen en el momento de asignar los horarios de las busetas. -“Yo creo que deberían darle más tiempo a uno porque uno sale desde las 5 de la mañana de su casa y vuelve a las 10 de la noche, tras de eso el turno del otro día lo ponen para por la mañana y no hay tiempo para descansar, a veces ni desayunar o almorzar”.

 

En un día normal de trabajo le dan 15 minutos para almorzar. -“Pero, si en el camino me toco aguantarme un trancón por más de 10 minutos, uno ya pierde los 4 minutos que normalmente regalan los jefes por si uno llega tarde al control. Aunque si uno reporta el trancón y las otras busetas también empiezan a llegar tarde, no lo multan a uno porque verifican que si es cierto pero esas veces toca seguir derecho sin almorzar”.

 

En el sector del transporte público se conoce como la “guerra del centavo” a las diferentes competencias que se presentan entre los conductores por recoger la mayor cantidad de pasajeros. Juan José dice que él no va con la guerra del centavo. -“Yo prefiero ir seguro y despacio para que arriesgar mi vida y la de los pasajeros, porque es que uno no lleva carga,  materiales o animales sino personas, entonces uno es precavido”.

 

 “Cuando voy haciendo las rutas trato de colaborarle más que todo a las personas de la tercera edad y a las niñas y si por ejemplo me dice una viejita que solo tiene mil pesos para el pasaje, yo se los recibo y la llevo, en cambio hay otros conductores que las van regañando gritándoles que porque han pasado la registradora. También cuando las niñas mi piden que las lleve en mil pesos las llevo, aunque no siempre porque lo cogen de parche a uno”.

 

Juan José es un creyente católico, cada vez que pasa por al frente de una iglesia se persigna con devoción. También le da gracias a Dios porque a pesar de todas las dificultades que ha tenido durante su vida, se siente agradecido por tener un trabajo con el cual poder sostener a su familia, darles estudio a sus hijos y vivir bien.

 

Por: Francisco Martínez Hernández

 

Paisaje Sonoro - Vida de un conductor
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