Seguramente en la mañana de hoy estimado(a) lector usted se ha tomado una deliciosa taza de café suave colombiano. Lo que seguramente no ha tenido en cuenta es todo lo que ha ocurrido antes de que ese tintico pasee por sus papilas gustativas. En las líneas posteriores encontrará la ruta de un granito de café.

El día ocho de septiembre, a las 5:00 p.m. el viento recorrió toda la carrera Tercera. De abajo a arriba, pasaba con gran velocidad entre las personas que por allí caminaban.

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Mientras el comercio duerme, la gastronomía despierta y los pomposos restaurantes seducen con sus puertas decoradas, su iluminación tenue y su sed de posmodernismo. Nombres pretenciosos crean en el transeúnte el espejismo de estatus social y embelesan a todo aquel que pasa por el antiquísimo Panóptico.

Para el año de 1993, un 30 de septiembre, por la vía El Papayo, se inauguraba un nuevo restaurante de nombre rimbombante: Le Boeuf á la Mode. Los ibaguereños tenían curiosidad por conocer aquella casa color amarillo que contrastaba con un letrero de letras rojas y que llamaba la atención por tener en medio un gran buey.

Si a David Díaz Jiménez se le hubiese dado la oportunidad de viajar al pasado y elegir nuevamente otro destino, hubiera escogido obstinada e instantáneamente el mismo. Era 2011, y no tendría otro chance en vida para presenciar lo que más le movía: la cocina y el fútbol. Tanto fue así, que lo movió 6884 kilómetros al sur.

Por la carrera 7ª con calle 65, se puede ver desde afuera, por unos ventanales de vidrio, a un hombre vestido de traje muy elegante y unos meseros barriendo, preparando la mesa y decorando el restaurante El Callao.

“Bistrós en cada esquina de Ibagué. Bistrós acogedores y listos para hacer comida exprés, sin perder el gusto por la buena gastronomía, un lugar totalmente arraigado a la cultura francesa…” esa es la idea que tuvo Marleny Duboi al iniciar con NYNY Délices en la ciudad musical de Colombia.

Son las 12:00 del mediodía. Vanessa Rodríguez observa detenidamente por la ventana del taxi. Ahora está en la Avenida Ambalá No. 28-47: restaurante “Criollos Comida Típica”. A la entrada se encuentra un gran ortón gris.

El siete de abril de 2013 inició el señor Arias su labor como tamalero. A lo largo de cuatro años le han pasado varias cosas, unos tamales le han quedado quemados, otros picantes, otros salados, unos sin sal… los clientes, unos quedan satisfechos y otros no.

Diana y yo nos encontramos en su restaurante Empanadíviris, habíamos pactado un encuentro dos días atrás para recopilar información acerca de la gastronomía venezolana que ella ofrece en la ciudad de Ibagué.

Unas van por Frisby, otras por Presto, y no falta quien quiere algún helado Popsy o un sándwich de Subway, todo es relativo, aquí lo único que interesa es que hay mucho de donde escoger… y para los gustos se hicieron los colores, y los sabores.