top of page

​

​

 

Marlon Darío Galeano Zapata llegó a la ciudad de Ibagué a los 10 años por motivos familiares, proveniente de la ciudad de Medellín. Hoy en día, 19 años después de su llegada, motivado por el baile, busca seguir expandiendo y mejorando su propia academia “Timbal y Sabor” para llevar la danza popular a todos los rincones de la ciudad y por supuesto del país.

​

Este hombre que se considera “Más tolimense que paisa” es egresado de la Universidad del Tolima en la carrera de Comunicación Social y Periodismo, además de haber estudiado enfermería. Pero más allá de su profesión, su verdadera vocación es sin duda alguna la danza. Para Marlon el baile “es amor a primera vista, es como el primer amor que nunca se olvida”.

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

​

​Vive con su padre y su madre quienes lo han apoyado con su proyecto artístico de danzas. Sin embargo al principio no fue fácil, pues a su padre no le agradó mucho la idea, pero su compromiso y su pasión por bailar terminaron convenciéndolo. Dice este joven artista “el baile para mí es como un estilo de vida, porque a través de él puedo expresar alegría tristeza… todo, para mucha gente es como un hobby,  yo digo que el hobby es algo que le gusta a usted y mañana de pronto ya no, pero yo toda la vida he bailado y yo creo que hasta que Dios me preste la vida voy a bailar y voy a formar personas que estén enamoradas del baile”.

​

​

​

​

​

El  maestro Cesar Vela, Director artístico del Festival Folclórico Colombiano destaca la tenacidad de Marlon “¡Trabaja con las uñas!, es todo por el amor al arte, a las danzas, es un muchacho muy luchador, que le gusta lo que hace, pues venir a ensayar  casi todos los días así llueve truene o relampaguee y sacando de sus bolsillos, es porque ama lo que hace”. Sin duda alguna Marlon es una muestra de que con amor todo se puede, porque su amor al arte y al baile hizo que pudiera incluso llegar a representar a Colombia en otros países.

​

​

​

​

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

​

​

 

Su esfuerzo ha sido recompensado y el mundo del baile le ha dejado grandes enseñanzas y experiencias. Es difícil nombrar su momento favorito pues ha tenido muchos. El logro más importante para él ha sido ir a representar a Colombia en un festival internacional en México, se asombraron tanto que los volvieron a invitar, pero esperan poder conocer otro país, en sus planes esta Bolivia. Sin embargo Marlon resalta que “este es el logro más grande, aun así momentos importantes hemos tenido muchísimos”.

​

​

​

​

​

El baile es el medio por el cual se gana la vida, Marlon es el instructor oficial de cardiorumba del barrio Ricaurte y  también es instructor de algunos otros gimnasios en la ciudad, además es  fundador de la academia Timbal y Sabor, la cual no tiene ningún interés económico, su labor plenamente artística.

 

Trayectoria en Ibagué

​

Desde que llegó a la ciudad perteneció a las dos únicas academias de baile del momento: Pal´bailador y Pasión latina. Después de un proceso de formación en estas y a través de talleres de danzas, llegó a participar en el mundial de salsa en Cali. Se vio interesado por los ritmos modernos, sin embargo también es bailarín de folclore y ha sido miembro de varias agrupaciones como el grupo de danzas folclórica Prosperando, después en Herencia Colombiana, hasta terminar en Raíces de mi tierra.

 

Este joven no tiene “limites”, para él un bailarín no puede quedarse bailando solo una cosa, hay que ser integral. Marlon baila tanto salsa como samba e incluso folclore. Para el esto representa el arraigo a la cultura y a las raíces del Tolima y de Colombia, no solo por el folclor, ya que la salsa caleña también hace parte de la cultura Colombiana. Marlon no solo enseña danzas populares, también folclore pero a manera particular, pues no tiene tiempo de tener dos agrupaciones y lo que más le llena enseñar es la salsa.

​

​

​

​

​

​

​​​​​Timbal y Sabor

​

La historia de esta academia tan particular en la ciudad tiene un origen muy personal. Marlon fundó Timbal y sabor por una visión incluyente. “Yo toda la vida he sido una persona robusta, y siempre en las academias donde estuve, tenía más talento que muchos que los que estaban en el grupo base, pero nunca me ponían a bailar porque nunca habían trajes para el niño gordo, o me daban los trajes usados o los que tocaban, me canse de eso y prometí tener los mejores vestuarios dela ciudad y darle cabida a todas las personas que quisieran bailar  sin importar raza, sexo, si es gordo, flaco, alto o bajito”. Esta academia le apuesta a la inclusión, como mencionaba su fundador, acá cualquier persona que le guste bailar puede hacerlo sin ninguna objeción e impedimento

 

​

​

​

 

 

 

 

 

 

 

 

 

​

​

​

​

​

​

Timbal y Sabor ha resultado  todo un éxito, pues la academia es bastante distinguida en la ciudad, además ha ayudado a muchos jóvenes a través de la danza, incluso en problemas como lo son los “malos vicios” a salir de ellos y a expresarse a través del baile. Cabe resaltar que estos chicos hoy en día son unos de los mejores bailarines de la ciudad. Para lograr esto, Marlon explica cómo fue el proceso de fundar y expandir la academia :“Yo empecé en las piscinas olímpicas bailando solo, el que quiera aprender a bailar yo le enseño, empezó a llegar gente y más gente…, llegue a tener 10 parejas, pero se fueron todos, quede con una niña y un niño, y seguí con ellos insistiendo hasta llegar a tener un buen status en la ciudad, debido al desfalco de las piscinas, nos trasladamos al panóptico, donde la acogida fue brutal, ya tengo como 9 parejas muy comprometidas”.

 

Una de las cosas más relevantes de su academia es que no cobra ya que muchos de los jóvenes que participan no tienen lo suficiente para pagar una mensualidad. Cuando hay una presentación tienen que adquirir el traje. Por esto, el trabajo en conjunto es muy importante pues a través de bazares, actividades y venta de tamales la academia Timbal y Sabor ha conseguido sostenerse y representar a la ciudad y al país en diferentes escenarios de danza. Una de las cosas que señala Marlon es que  “nunca se ha necesitado de los entes gubernamentales que no apoyan la cultura ni si quera para ir a México, orgullosamente puedo decir que por nuestros propios medios hemos traspasado fronteras y teniendo trajes espectaculares”.

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

Marlon se enfoca mucho en el vestuario, pues para el “el bailarín es 50 % presencia escénica y 50 % nivel artístico” y sin duda ha logrado marcar tendencia con sus trajes, siempre buenos comentarios. Este artista ha enfatizado en la inclusión a través de las danzas apostándole a que todos los que quieran bailar pueden hacerlo, además de que muchos jóvenes han encontrado salida a través de las danzas y de la academia Timbal y Sabor. Este joven es más que un profesor de danzas, señala Geraldine Arias, una de las primeras integrantes de la agrupación “Marlon es muy buen amigo, profesor y persona, es alguien  que brinda muchas oportunidades a uno, aunque a veces uno no le lleve la idea, siempre está ahí”.

Marlon ha demostrado que más allá de enseñar y bailar junto a sus estudiantes, ha logrado entrar en ellos, y el que va a ver a esta agrupación sin duda alguna queda con el sabor de que son más que un grupo de baile, son una familia. Este hombre amante de las danzas, que dice que su “vicio” es el baile, se despide al son de la samba y la salsa. El mensaje para todos los jóvenes es “Bailen”.

​

​

​

​

​

​

 

 

 

 

 

 

 

 

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

Marlon Galeano 2 -
00:00
Marlon Galeano -
00:00
Maestro César Vela -
00:00

Danzas: Más que un hobby, un estilo de vida

Por: Juan Diego Rojas

bottom of page