Todas las grandes personas tienen una historia detrás de su vida que los hizo los hizo los seres humanos que son ahora, Oveth Bonilla es una de esas personas, creció en un barrio de bajos recursos ubicado en el centro de Ibagué, ciudad donde nació el 24 de diciembre de 1962. Hoy a con 54 años su vida es totalmente distinta a lo que era antes, más de la mitad de sus días los dedico a las fuerzas militares, en donde defendió la patria con honor y valentía. Creció en un barrio marginal de la capital musical de Colombia, que aún se nombra El Gaitán, barrio donde crecieron la mayoría de las generaciones Ibaguereñas, un lugar donde se evidenciaba la pobreza y la exclusión social. Su padre los abandono a muy temprana edad, dejando a su mujer encargada de 4 hijos y dos abuelos en una casa con 4 habitaciones. Hizo su primaria en una escuela del bienestar de la zona, y años más tarde logro entrar a un colegio prestigioso de la época; el San Simón. 

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Actualmente vive en un barrio de clase media en la misma ciudad, casado hace más de 20 años con la misma mujer la cual le dio 3 hijos, Camilo, Michael y Lina, los cuales lo describen como un padre amoroso y dedicado a ellos a pesar de que mantuvo viajando de pueblo en pueblo debido a su trabajo, hoy en día tiene otro trabajo en una empresa de seguridad privada, siendo el mensajero de la misma, lo describen como una persona impetuosa, alegre y extrovertido, a pesar de solo cursas hasta grado 11 sabe mucho sobre cultura y el mundo entero.

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Ama los deportes, especialmente el futbol el cual practico toda su vida, hasta que tuvo un accidente con una bala que ya no le permite jugar igual que antes. Pero a pesar de eso, sigue sintiendo amor por este maravilloso deporte, hincha del deportivo Cali, su comida favorita son los frijoles con pesuña de su madre y el sancocho de su esposa, el cual define como “Perfecto”. Amante de la salsa como género musical, ritmo por el cual conoció a su esposa en un bailadero en los años 70-80. Su mayor sueño es tener un nieto, y poder viajar por el mundo, y el mayor anhelo es ver que sus hijos cumplen sus sueños junto a él y su mujer.

Desde temprana edad demostró interés en el cine, puesto que iba cada ocho días a los matiné y duraba toda la mañana y tarde metido en aquellos cines de la época, conseguía el dinero por medio de su madre o haciendo trabajos varios en el sector del centro de la ciudad. Estos cines no solo fueron lugar para el entretenimiento del señor Oveth también se prestaron para conquistar a su actual esposa, varios años atrás. Sus películas favoritas son las de acción, especialmente las que tienen que ver con fuerzas especiales. Su frase favorita es “Vive la vida como una película; un minuto a la vez”