


MARTHA LAMUS: LA ESPOSA DEL ARQUITECTO DE LOS ANTIGUOS CINEMAS DE IBAGUÉ.
Por: Daniel Humberto Devia Beltrán
Este personaje fue invitada de honor en la inauguración del Cinema Imperial en los años 60's. Su esposo marcó el inicio de una nueva etapa de la arquitectura en la ciudad de Ibagué.
Al saber que en la actualidad, los antiguos cinemas de la ciudad de Ibagué solo perduran en la memoria de aquellos que vivieron en ellos, se destacan personajes que construyen un acontecer histórico. Lo ideal es que muchas personas, que habitan en nuestra ciudad, se interesan saber por el porqué de la desaparición de ellos y del cómo eran aquellos lugares en donde la acción, el drama, el romance o la comedia se mezclaban en una obra del séptimo arte. Es allí en donde personajes como Martha Lamus, rescata el pasado de estos lugares que fueron el interés y el lugar para satisfacer las necesidad de ocio. Mediante las vivencia que recreó con su señor esposo, David Bajaire. La persona que construyó los teatros más representativos de la ciudad.
Martha Lamus de Bajaire, una mujer santanderana que conoció a temprana edad el amor de su vida. Un cartagenero con mentalidad creativa, profesional y estratégica. Un hombre que se destacó por sus grandes desempeños en la arquitectura y el urbanismo en la ciudad de Ibagué. Cualquier persona que se ponga de pie en la Plaza de Bolívar, en la Plaza Murillo Toro o en la 3ra con 15 y mira hacia arriba o a su alrededor, podrá darse cuenta de las obras arquitectónicas que realizó David Bajaire. Los expertos en el tema pueden definir estas obras como puras y aportes que caracterizan a la ciudad de Ibagué.
Desafortunadamente, en el centro de la ciudad hay estructuras con la firma Bajaire que fueron demolidas para dar paso a estructuras modernas. En ellas también se fueron recuerdos y lugares emblemáticos como los cinemas de la ciudad de Ibagué. Y es allí en donde Martha Lamus recuerda como su esposo se sentía motivado al realizar los proyectos que los Rojas y los Ramírez ponían en sus manos para impresionar a los Ibaguereños.
Martha Lamus llegó a la ciudad de Ibagué cuando Camilo Raful, un odontólogo de familia árabe era el que había construido y establecido el Cinema Metropol de la ciudad de Ibagué. A su vez, los Rojas y los Ramírez la familia empresaria de la ciudad, hacia los planes de su próxima inversión. Un cinema que llamarían El Imperial y que fue diseñado y reconstruido por David Bajaire. Un cinema ubicado en pleno centro de la ciudad y que fue inaugurado con “pompas y platillos”. Lamus recuerda muy bien ese día y afirmó que “Vino gente muy importante desde Bogotá. Fue un cóctel elegantísimo estuvieron los papás de los Ramírez, es decir los papas de los dueños, ellos tenían mucha plata. Se estrenó la película del Gran Prix con James Garner. La recepción fue en la entrada del Cinema Imperial, la gente iba vestida con su traje de cóctel, muy a la moda. Los sombreros adornaban las cabezas de los asistentes. Fue una experiencia inolvidable. Ese día se me perdió una pulsera de oro que tiempo después la encontró un trabajador del cinema y me la devolvió”.
Lamus en la época de juventud era amante del cine, ella tenía la oportunidad de entrar a los cinemas las veces que quería, gracias a un pace de membresía que tenía ella, gracias a su esposo. Tal vez las sillas rojas, el ambiente fresco, el sonido tridimensional y las películas eran lo que amañaba a esta mujer que con dolor recuerda a su fallecido esposo, en aquella época en donde los cinemas era la única entretención en una ciudad en donde aún no existían los centros comerciales.
En la misma forma apasionada, David Bajare se inspiraba y postulaba obras llamativas que ofrecía a los Ramírez, que siempre se encontraban en Estados Unidos. Él siempre diseñaba con cuidado, con detalle y con creatividad los planos que esperaban ser materializados en concreto, unos fueron visibles como la reconstrucción del Cinema Imperial, las modificaciones de unos más, la construcción de edificios en el centro. Pero otros fueron quedados en el olvido y en proyectos que no fueron concluidos como el Nuevo Teatro Metropol. Que ahora es un lugar en donde los viajeros al centro dejan sus carros para que los aparte de los dueños de lo ajeno.
Tal vez, en Martha Lamus podemos encontrar la respuesta del porqué no se construyó y siguió en pie los lugares de proyección de las obras para pantalla grande. Según ella su esposo tenía un proyecto que consistía en unas salas de cine modernas, llamativas y de última tecnología, en el Metropol. Pero que según el temor de inversión de los Ramírez, las grandes compañías y la llegada de los DVD tuvieron que ver con la desaparición total de una cultura del cine en los ibaguereños.
