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Diomedes

y  su  amor  por  el  trabajo

 

 

 

Por: Laura Feria Castro

Diomedes Poveda, un hombre de 60 años de edad es reconocido por haber trabajado 22 años en los cinemas que existían hace varios años en el centro de la ciudad de Ibagué. Un hombre trabajador que nadie se podría imaginar que tan social, persistente y noble era Diomedes como person

Desde lejos se pudo notar lo amable que era Diomedes, logramos una conversación amena y él con una personalidad grata empezó a contarnos como empezó su papel en los cinemas de Ibagué, él afirma que todo inicio por medio de un amigo que trabajaba como portero, su nombre no lo recuerda, pero con una grata sonrisa afirma que lo conoció cuando trabajaban en el campo.

Diomedes decidió dejar su pueblo, para irse a buscar un mejor futuro en la ciudad de Ibagué, pues él sabía que tenía actitudes y podía medírsele cualquier trabajo. Es en ese momento cuando Poveda comienza su trabajo en los cinemas gracias al amigo quien trabajaba hace cinco años allí, lo recomendó con su jefe, en ese preciso momento estaban buscando personal de silletería y sin duda Diomedes dijo que si, que él quería. Diomedes tenía capacidad para todo y por supuesto para ese trabajo. Al principio afirmo que no sabía nada, pero tenía una gran ventaja, su amigo si sabía. Duro siete meses intentándolo hasta que hacía su trabajo perfectamente, tanto así que se volvió un experto.

Diomedes era el encargado de la silletería de los cinemas Metropol, Doral, Julio Cesar, Real, pero al pasar algunos meses decidió hablar con sus jefes para saber si había posibilidad de cambiar su cargo pues para él, era “más platica” estar en otro puesto. Pero lastimosamente no se concedió el deseo de Poveda, pues todos los empleados estaban completos y había que esperar a que alguien quisiera cambiar o ceder su puesto.

Paso un año y Diomedes seguía en su mismo trabajo, pero en Diciembre de 1984 los jefes al llegar al cinema el Doral, encontraron la taquilla sola, pues el portero de ese lugar había dejado su trabajo solo  por unos minutos para  ir a comer, pues moría de hambre. Por estas cuestiones, sus jefes que recuerda con tanto aprecio le cedieron ese trabajo, demostró que era muy bueno y los jefes confiaban en Poveda. “No solo me encargaba de la silletería de todos los cinemas sino también era el portero del doral, trabajaba todo el día hasta que se acabaran las películas” Afirma Poveda con una grata sonrisa en su rostro.

Diomedes demostró dedicación, esfuerzo y competitividad en su trabajo y por estas razones, meses más tarde sus jefes lo llamaron y le hicieron una nueva propuesta de trabajo, “trabajar en maquinaria” dice Poveda, es decir él tenía que poner y quitar la película, algo sensacional.  Su trabajo termino aquel 31 de agosto del 2006 cuando sus jefes decidieron terminar los cinemas en el centro de la ciudad porque llegaba una competencia muy potente, Cine Mark. Con nostalgia  él afirma “fue un día inolvidable y muy triste,  desde ese día no he vuelto a ver una película en un cine, y creo que no soy el único”.

Diomedes sentado en una silla del local de cosechas ubicado en el Edificio Metropolí, recuerda esos años de antaño cuando la felicidad era infinita trabajando en los cinemas de la ciudad de Ibagué, Poveda es esa persona que le brinda amor a su trabajo, pues para él era satisfacción trabajar y no una obligación. Poveda ahora es el portero de dicho edificio, lleva 8 años trabajando con los nuevos dueños y afirma “ya me quiero retirar, quiero disfrutar estos años que me quedan con mi familia y con mis nietos que más amo”. Su mejor época fue cuando corría por todos los cines haciendo silletería y cuidando la taquilla del Doral, momentos inolvidables que tal vez no volverán pero que quedaran por siempre en su corazón.

 

 

 

 

 

 

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