


PROYECCIONES INIMAGINABLES
Por: Juan Sebastián Uran Castiblanco
Perfil realizado al antiguo guarda de seguridad del cinema Metropol.
Transcurría el año de 1983, el campo colombiano no daba buenos frutos monetarios para los campesinos, por esta razón principal el señor Diomedes Poveda decide abandonar esa finca en la que vivió casi la mitad de sus días. Llega a la ciudad de Ibagué, en busca de mejores oportunidades laborales, para él y su familia, el motor más importante en su vida, comenta Diomedes.
En un año no encontraba estabilidad laboral, pero la suerte o el destino, como se quiera llamar, jugó a su favor, pues por recomendación de un conocido se introduce en el mundo del cine, no como actor, sino como el trabajador de mantenimiento de las ya numerosas salas de cine que por esos tiempo existían en la Capital Musical de Colombia.
Arreglando sillas dañadas en las salas de proyecciones, fueron sus primeros siete meses de trabajo, pero después se le presentaría la oportunidad de ser el guardián del Cinema Metropol, donde se encargaría de que ninguna anomalía sucediera, pero sin dejar de lado el arreglo de la silletería que tal vez de la emoción el público rompía.
Sin imaginárselo este trabajo de guarda de seguridad sería su labor por 22 años donde entre palomitas de maíz y proyectores su vida fue divertida la mayoría de su tiempo. Hasta que llegó el fatídico día de agosto de 2006 donde por la llegada de las salas de cinema nuevas de los centros comerciales, todas las antiguas salas de cine del centro fueron cerradas. Pero el destino decidió que Diomedes Poveda no dejara el Edifico Metropol, pues en la nueva obra que se hizo allí, en el antiguo lugar de proyecciones cinematográficas, fue incluido para ser el guarda de seguridad del parqueadero del nuevo edifico Metropol.